Todo está bien.

Ayer termine de leer un libro. Me gusto mucho, lo disfrute, y lo mejor de todo es que me dejo una reflexión profunda.

En el libro, la autora describe un abrazo entre la pareja protagonista. Durante el abrazo, la protagonista tiene este pensamiento: “Siempre decimos “Todo va a salir bien”; y, aunque es una frase poderosa, optimista y una que siempre nos tenemos que repetir, esta frase es sobre el futuro. Muchas veces, se nos olvida pensar o decir: “Todo está bien”, en presente.” La escena del libro continua y la protagonista piensa que justo en ese momento, en ese abrazo con él, todo está bien.

“Todo va a salir bien” es una de mis frases favoritas. Me conforta y motiva pensar que al final de cualquier cosa, todo realmente va a salir bien. Pero, confieso, que casi nunca me detengo y digo: “Todo está bien.”

Yo soy una soñadora desde siempre, me cuesta mucho no pensar en el mañana. Y no solo en el mañana literal, sino en todas sus líneas de tiempo—en una semana, en un año, en dos, en diez. No creo que esto sea malo, pero, el hoy y el mañana al menos merecen el mismo respeto. La existencia de ambos (el hoy y el mañana) merecen reconocimiento.

Sigamos optimistas, sigamos diciendo—y sintiendo—que, “todo va a salir bien.” Pero, también apreciemos los momentos presentes donde, “todo está bien.”

Quisiera pensar que, el “todo va a salir bien” es la suma de todos esos momentos en el hoy, donde todo está bien.  

Hoy, estemos atentos y reconozcamos esos momentos donde, “todo está bien.”

(En este preciso momento, son las 9:05 de la mañana y ya desayunamos. Yo estoy escribiendo este post desde la cama. Escucho a Fer a la par, en la oficina, tecleando. Todo está bien.)

Un abrazo de inspiración,

M.

Les comparto algunas fotos que he tomado en las últimas dos semanas.

Copenhagen en otoño regala muchos “bienes”.

2 thoughts on “Todo está bien.

  1. Me gusta pensar que soy una soñadora empedernida, pero al mismo tiempo me molesta porque por ser así, he permitido que la vida pase sin darme cuenta. También puedo agregar que con los años y los golpes de la vida, me he vuelto demasiado pesimista. La frase, todo está bien, no forma parte de mi vocabulario, pasó pendiente de lo malo en vez de fijarme en todo lo bueno. Al leer tus palabras, me doy cuenta que debo tratar de quitar esos pensamientos pesimistas y tratar de pensar más en qué todo está bien. Todo está bien, tengo a mi familia, tengo salud y mi familia también. Tengo un techo, tengo comida, tengo comodidades. Todo está bien. Al estar aquí sentada, pienso que me cuesta enormemente decir esas palabras, porque me siento sola y aunque mi casa esté llena de gente, sigo estando sola. Todo está bien. Talvez lo que me falta es ese abrazo que mencionaste. Hace tiempo, mucho, demasiado, que no siento un abrazo así. La persona que me daba ese tipo de abrazos, murió hace poco y soy sincera me hace mucha falta. Era mi amor platónico, murió de cáncer. Nos queríamos mucho, siempre fue un gran amigo. Y sus abrazos eran los mejores del mundo. Me encantaría poder abrazarlo otra vez. Todo está bien. Dios no me abandona, aún sabiendo que soy pecadora y que no aprendo de mis errores, Dios está presente. Todo está bien. Debo tener fe y recordarme esa frase cada vez que pueda. Todo está bien. Todo estará bien.
    Abrazos,
    Geral

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